viernes, 8 de diciembre de 2017

The Oblivion. El olvido eterno.

A veces solo necesitas que el mundo te deje atrás,
que se olvide de ti y tu existencia,
que olvide que existes, sientes o padeces,
solo necesitas que el mundo avance... pero sin ti.

Cuando solo has conocido la derrota,
la victoria es una hiel amarga e insípida,
cuando los muros de tu santuario se caen,
es hora de reptar en pos de otra morada.

Cuando miras al cielo y vislumbras oscuridad,
abraza esa oscuridad, sumérgete en ella, se uno con ella,
nada más necesitas, es la oscuridad quien te reclama,
no hay calma en la vorágine que has elegido, ni la quieres.

Tu vida no te pertenece, tu existencia es suya,
ahora y en la eternidad, tu oscuridad alimenta su fuerza,
tu fuerza no es sino la herramienta de un ente superior,
ente al que debes lealtad y que nunca olvidar debiste.

Si abrazas esa oscuridad, hoy ya no tendrás vuelta atrás,
debes abrazar las sombras, para la paz hallar (algún día),
ni mesura, ni luz atrás de tu camino te deben tener,
no hay mayor causa que rendirse a lo propio y oscuro.

Nada tienes, nada perder debes temer, si todo perdiste,
Una sombra, un anhelo, un bucle, la amargura,
nada dejado has atrás, nada te ata ya con ellos,
La eternidad no es nada si hay luz guiándote.

Nincuna luz debe brillar en tu camino, ningún ser,
la luz no es sino un efluvio mentiroso que ofusca a débiles,
la oscuridad te abraza, te anhela, te requiere para sí,
ninguna luz debes ansiar, la luz quema con su fulgor.

La muerte no es sino la entrada al despertar eterno,
un abrazo oscuro para despertar de tus pesadillas,
nada tienes, nada eres, nada ansiar debes, eres oscuridad,
la oscuridad con oscuridad debe estar y morar en tinieblas.

Ahora y siempre, nunca y mañana, las tinieblas te reclaman,
no te resistas, la resistencia es dolor, rendirse es virtud,
nada tienes, nada eres, ni serás en un mundo de luz,
la luz es dolor y el dolor es vida y la vida es... innecesaria.

Adiós y adié turbia luz celestial, nada te debo ya,
alzo mi dedo para mandarte odio y despedirme,
luz... olvídame para siempre, no te quiero en mi pos,
oscuridad... abrázame, sedúceme, cúrame por siempre.

Una, siempre y hasta nunca. W.Z.8

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