jueves, 30 de noviembre de 2017

Y si caéis, ahí estaré.

Y no caeréis porque estaré ahí para sosteneros,
y si caéis, saltaré al vacío para liberaros,
arrancaré vuestro cuerpo del vacío a hostias,
saltaré al abismo abisal a plantar batalla.

Si os arrancan de mi lado por la fuerza,
lucharé, pelearé y sangraré, pero os salvaré,
si os hieren, yo seré la venda que sane las heridas,
porque no es la vida, sino estáis aquí.

Si la vida os aleja en pos de un futuro incierto,
sabed pues que yo siempre seguiré esperándoos,
si las nieblas de la incertidumbre os hacen dudar,
yo iluminaré el camino con mi fulgor espectral.

Si el aciago abrazo de la parca os reclama,
yo misme me interpondré en su camino a pararle,
si la noche os hace perderos en el bosque,
moraré por el mismo hasta el alba para guiaros.

Si en tempestad marítima vuestro barco hundiere,
nadaría hasta el mismísimo eje de la tormenta,
bucearía hasta la fosa más profunda para salvaros,
ni los mismísimos dioses de las profundidades me pararían.

Hoy, mañana y SIEMPRE, no os dejaré caer,
y si caéis, estaré ahí para levantaros in eternum,
y si os rendís, yo os daré de mi fuerza para volver,
si os consume el miedo, yo seré el valor.











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