jueves, 16 de marzo de 2017

Bex & Alex.

                   Había bebido toda la noche, el estupor caldeado del alcohol entumecía mis neuroreceptores del pensamiento, todo estaba molestamente ajetrado, cada leve giro de mi cabeza me causaba nuevas punzadas de dolor, había cubierto mi cupo de alcohol para aquella semana (o mes), pero me daba igual mi mente aún era capaz de pensar y no era lo que me apetecía, necesitaba abotargar mis sentidos hasta vomitar el recuerdo y que el olvido me engullera...
                -Alex, creo que por hoy ya es suficiente, no te tienes ni en pie, venga, que llevo- Alexia me miraba pesarosa mientras me veía intentar enfocar la vista.
                -Como me toques un pelo, te muerdo las tripas, aún soy capaz de hablar con coherencia, el estupor etílico aún no me ha frito las neuronas lo suficiente.- Me entró una arcada biliar que me hizo revolverme y llevarme la mano a la boca para no vomitar.- Ya me iré a casa cuando no sea capaz de hablar.
                -Alex, por favor, no puedo verte en ese estado, te vas a destrozar el hígado y no merece la pena que te mates por él, o sea... es un tío y punto.- Como odiaba cuando eran condescendientes conmigo, ni era "solo un tío", ni estaba así por él.
               -Me demuestras que presupones más de lo que entiendes... no necesito "olvidar" a nadie, necesito que mi cerebro desconecte mediante el estupor de una bebida espirituosa... así que la condescendencia te la metes por el culo... ahora déjame en paz y vete con tu novia por ahí.- Ahí había ido a hacer daño, sabía que Alexia no tenía pareja y que su última pareja, en fin, mejor me callo.
               -Mira que llegas a ser... despreciable, diría que asumo que es el alcohol, pero sé la mezquindad de la que eres capaz y.- Le tiré el baso aún a medio beber.
               -¡Que me dejes en paz... COÑO! Que no estoy aquí para escucharte, que quiero perder el consciencia a base de beber. ¡Olvídame ya joder!
               -Como tú quieras, pero a ver quien te lleva a casa después, tú sole no podrás ir.
               -¡Que me forgetees un rato!- De verdad que lo último que necesitaba ahora era condescendencia o un sermón.- "neurotípicos de los cojones, siempre intentando sentirse superiores, que os jodan".- Pensé mientras pedía otra copa.
              -Lo siento Alex, hoy no hay más bebidas para ti, has roto un vaso y me espantas a los clientes, sea lo que fuere que te pasa por esa cabeza tuya, aquí no vas a dejarlo K.O.- Me dijo Aitor, el barman, un vasco oriundo de Getxo, más vasco que el marmitako, pero más blando que una almohada de aire.
            -¿De verdad? ¿Tú también me vas a venir a tocar los cojones? ¿Tú también? ¿Es que estoy rodeade acaso de gente buenrollista? Anda y que os jodan.- Me levanté y me dirigí hacia la salida, no sin antes enseñarle un dedo corazón tambaleante al camarero.

            Como no me quedaba otra, ya que los veinticuatro horas más cercanos me pillaban a tiro de francota y mis piernas apenas me tenían en pie, decidí darme un voltio por el barrio y sus aledaños, ibadando tumbos como una peonza ebria, pero me mantenía en la acera, nadie se cruzaba en mi camino y si pasaban por la misma acera, cruzaban, mejor, así no tendría que mearles o escupirles a la cara... y aún así mi mente no paraba de volverme una y otra vez al "asunto" que quería evitar. Mira que llega a ser tocacojones la mente cuando quiere... si había pillado tal acúmulo de ebriedad etílica, había sido para NO tener que pensar en ello ¿De verdad mi mente no tenía otro tema que tocar? ¿Por qué? De los mil temas habidos y por haber... ese tema solo iba a ponerme de mala hostia, más si cabe y no me salía del entrepato.
            Paré ante un viejo edificio, en principio no lo reconocí porque me costaba enfocar la mirada, pero esto debía ser una puta ironía, no podía ser de otra forma, tenía que ser una puta broma de muy mal gusto... había terminado en aquella casa, la casa en que había acontecido "eso" en lo que no quería ni pensar... primero me había traicionado la mente y ahora me traicionaban los putos pies, esto era una broma a la cual no acababa de pillarle maldita la gracia, no podía ser otra cosa, así que entré dando tumbos y cayéndome cada tres o cuatro pasos. Llegué a la habitación donde todo había ocurrido, todavía hedía a terror, a SU terror, a mi vergüenza... en mala hora accedí a meterme unas setas alucinógenas, en mala hora decidí investigar con mi subconsciente, mal día escogí para bajar la guardia y peor día para tener una compañía que jamas volvería a sentir.

           ¿Qué había pasado? Que había cometido la irresponsabilidad más grande de mi vida, aduciendo que "solo" iba a experimentar con las setas y ver hasta qué nivel del subconsciente era capaz de profundizar, pensando que podría eludir ciertas zonas... que mal hice al pensar que tenía TODO bajo control... que iluse fui al pensar que mi neurodivergencia no influiría... uní mi ego desmesurado con un toque de irresponsabilidad y con capacitismo, ya que forcé mi mente más allá de donde mis "limitaciones" cerebrales me avisaban que era sano, pero total; "yo podía, yo controlo mi mente, yo soy la hostia, limitarse es de débiles", y tanto que "pude"... pude cagarla hasta el punto de no retorno y es algo que no me podré perdonar jamás... pero vayamos al grano y no de pus precisamente.
              -Alex, esto son las setas, ve comiéndolas de poco a poco, según veas que el efecto va disminuyendo, NI SE TE OCURRA metértelas todas de golpe o a lo bestia, no son ningún juguete y la única manera de profundizar en la psique sin perderte en ella es ir poco a poco.- Me decía Bex mientras me miraba no del todo convencide.- Te repito; esto no es un juego... yo estaré en el cuarto contiguo por si me necesitas, pero no acudiré salvo que las cosas se pongan feas, ahora es todo bajo tu responsabilidad.
            -Recuerda que mi ND solo me limita dependiendo del estrés y ahora NO estoy estresade y no me expliques las cosas como si fuera une críe de 5 años, si he accedido a esta cosa, es meramente por ver lo cierto de vuestras magufadas... con el asco que me dan a mi los hongos... pero todo sea por ver cuan ciertas vuestras teorías son.- Le cogí la bolsa de setas secas de malas formas, ODIO la condescendencia y el que me traten como si tuviera 5 años (el infantilismo de trato merecería que les arrancasen la piel con un pelapatatas... oxidado).
             -Vale, vale, que tampoco te estoy tratando como si fueras retras...- Al darse cuenta de su cagada, puso mueca de pifia y se retractó- ¡Cagada mía! ya sabes que a mi eso que llamáis interseccionalidad me cuesta, me disculpo, pero no me mires con esa cara.
              -Acabas de ser capacitista de mierda usando una palabra que... en fin, no esperarás que encima te sonría ¿no? No os cuesta una mierda a les Neurotípiques guardaros vuestras mierdas de expresiones por el puto culo... ¡joder!
             -Que ya me he disculpado ¡coño! que a mí esas cosas me cuestan, joder, que yo aterricé ayer en eso de las neurotidades o como sea.- Dijo mientras intentaba no mirarme a los ojos.
              -Es que ni eso retienes... ¡joder con los neurotípicos! se dice Neurodivergencias. Bueno, que te pires que voy a probar la cosa esta y antes debo estar calmade.- Le eché a trompicones de la habitación, me fui al centro y me puse los cascos con una melodía apaciguadora en bucle hasta que me calmé, me retiré los cascos, me tomé un par de setas y me dispuse en una posición de reposo esperando su efecto. Tardaron un poco en hacer efecto, pero me noté como flotando en el aire mientras miraba mi cuerpo desde el exterior, podía ver cada poro, cada gota de sudor, cada cicatriz causada a lo largo de los años, incluso veía más allá, podía ver las venas y como la sangre las recorría, podía ver el latido de mi cerebro, los colores de cada espasmo neurosináptico, podía sentir la calidez embriagadora de una piel que no era piel, sino formada por lo etéreo... me sentía libre, ahora podía surcar los infiernos.
              Pasé horas allí, en principio mi ingesta de aquellas amargas y secas alegorías del estupor mental iba lenta, pero segura, no veía nada en mi mente que me alertara, mantenía a buen resguardo a "aquella" y no parecía que fuera a molestarme, algo era algo, pude ver recuerdos de infancia ampliamente olvidados como si los estuviera viviendo desde la otredad, le hablé a mi yo pasado, me burlé de lo simplista que era mi visión, pero sin previo aviso "ella" se liberó y zozobró mi mente, mi bajel hacía aguas a cada nueva hondanada de SUS recuerdos, empezaba a asfixiarme, intenté tomar aire o saltar de aquella embarcación que hacía aguas, MUY mala idea, entonces como un craken inmisericorde extendió sus tentáculos sombríos sobre mí y me atrajo para sí y entonces me engulló.
            Mis peores temores se habían cumplido por mi negligencia... ella había encontrado un resquicio y ahora dominaba la situación, yo temblaba de terror y me debatía con su presa futílmente y ella se mostraba encantada.
            -¡Hombre... cuanto tiempo! ¿No me has echado siquiera un poco de menos... Zuriñe? ¡Oh, es verdad, ese nombre te da tanta grima "ahora" como en su día... ¿Cómo era ese nombre?- Se estaba recreando, estaba paladeando cada lágrima de sudor, estaba relamiéndose mientras me notaba tense.
             -¡Ni se te ocurra MENTARLO! te juro que...
             -¿Qué me vas a jurar tú despojo? Renunciaste a tu fuerza cuando me encerraste, renunciaste a mí, me encerraste y me encadenaste con pesados grilletes ¿Cómo siquiera te atreves a intentar amenazarme?- Temblaba, mi cuerpo empezaba a convulsionar febril y noté como abrían la puerta de la habitación y me agarraban, notaba como mi piel ardía con rabia al contacto de su piel...
             -A elle no te atrevas a tocarle, por todos los dioses habidos y por haber... a mí hazme lo que quieras, pero a elle le dejas en paz.- Sentía como aflojaba algo la presa y entonces me escurrí a la consciencia directa.- Bex... ¡HUYE AHORA!- Demasiado tarde, cuando Bex intentó apartarse de mí, ella tomó el control, noté cómo desgarraba el tejido de la "realidad" y se hacía con el control de mi cuerpo, agarró a Bex y lo lanzó contra la pared, propinándole un tremendo golpe en la espalda, al cual siguió un alarido de dolor, yo no podía hacer NADA, no tenía el control, solo podía mirar como ella se avalanzaba sobre mi amante caide y le volvía a agarrar, le zarandeó y le arrastró por toda la habitación haciéndole impactar contra cualquier obstáculo que encontrase.- "por lo que más quieras PARA Vekia..." déjale en paz, hazme a mí lo que quieras, pero a Bex déjale".
                -No me da la puta gana Alex, ahora mando YO y este despojo al que llamas ¿Novie? qué ridículo... va a pagar por los años que me has encerrado, voy a matarlo.- Grité en mil idiomas de terror, no sólo iba a matarle, iba a despojarle de su identidad y yo solo podría verlo impotente y llorando... pero entonces tuve un espasmo cerebral, mi cerebro se reseteó y durante unas décimas de segundo que para mí fueron una eternidad, su dominio desapareció, conseguí que soltara a Bex y entre súplicas y llorando ante semejante dolor lacerante cerebral pude articular palabras.
                 -Bex, escúchame.- Una nueva punzada me hizo retorcerme.- ¡Huye mientras puedas, por favor, enciérrame aquí y huye.- Esta vez el dolor me hizo caer de rodillas agarrándome la sien y vi apenas por un suspiro como Bex salía tambaleante de la habitación en pos de la libertad, cerró la habitación con el chasquido de una llave y me dejó allí encerrade con aquel monstruo que habitaba mi mente.- ¡Te jodes Vekia! He ganado, por los pelos, pero he ganado yo...- entonces perdí la consciencia. desperté días más tarde con un hambre del demonio y apenas recordando lo acaecido.

               Ya había pasado una semana, había vuelto a poder contener a ese monstruo que habitaba en mí, pero no había conseguido que Bex contestara mis llamadas, y me había bloqueado al what´s app, tampoco me extrañaba, casi lo había matado en un arrebato homicida por parte de Vekia y eso que pude pararla gracias a los fallos neurológicos de mi cerebro, para algo debía servir el que mi cerebro me recuerde que no soy Neurotípique... aún así me sentía desolade, nunca había perdido el control de esa manera y había llegado a algo tan atroz.- "Mierda Vekia, eres una puñetera genocida, me alegro de haberte podido contener esta vez, te juro que no tendrás otra oportunidad".
               Ni el alcohol más fuerte podría borrar esa identidad y las drogas solo podía liberarla, así que solo me quedaba una solución...
              -Ni lo pienses siquiera, me da igual lo borrache que estés, ni lo que fuere que fuera "esa cosa", pero aunque tuve miedo, me diste auténtico TERROR, sé que esa ¿Entidad? no eras tú y ahora entiendo cosas y acepto otras que no te quería creer.- A mis espaldas sonaba el fantasma de un sueño, empecé a gimotear y me recogí en el suelo a modo embrionario, empecé a oscilar negando con la cabeza.
             -No eres real, eres una alucinación causada por mi culpa, has venido a torturarme justamente, aceptaré tu castigo y...- Bex me agarró de los hombros y me zarandeó con fuerza, acto seguido me dio un guantazo tal que atravesó cuatro capas de la realidad y me sangró la nariz.
             -No soy una puñetera alucinación Alex y tampoco he venido a eso, he venido para evitar que hagas una tontería típica de las tuyas y me la sudo que me digas que estoy siendo capacitista.- Le miré y tenía el ojo derecho amoratado, media cara inflamada y daba miedo tan solo mirarle, no quería imaginar su cuerpo como lo habría dejado.- He venido porque a pesar de lo que pasó quiero ayudarte, más que querer, necesito ayudarte y nuevamente me la suda si no quieres mi ayuda.
            -Bex por dios... que casi te mato, no deberías ni acercarte a mí ¿Has perdido la única idea buena que has tenido en años?- Le abracé incrédule, mientras lloraba, sentí como se estremecía, sentí como temblaba, pero me abrazó, me cogió de la barbilla de esa forma que solo con elle no me repateaba y me mostró una mueca que pretendía ser una sonrisa.
            -Ya pasó Alex, cuando me comentaste que había algo en ti que odiabas y temías no te creí, suponía que intentabas mostrarte como más interesante de lo que eras, de hecho sabiendo que te gano pevantando peso, estaba segure que... exagerabas, he comprobado por las malas que no mentías y joder si me duele, pero mírame a los ojos, sea lo que fuere esa entidad, no estás sole, lucharemos juntes contra ella ¿Conforme?- Volví a soltar una llorera y le abracé, pero había perdido la fuerza y sentía mi cuerpo desmembrarse por debilidad.- Ahora descansa, mañana será otro día.- Me besó y caí en estado latente.

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