lunes, 12 de febrero de 2018

Socializando, que es gerundio.

Como bien dice la compañera de "Aprender a quererme" en el artículo, desde peques se nos incita a socializar, queramos o no, porque "es lo que hay que hacer", porque ¿Quién eres sin amistades? Debemos socializar desde peques, en la guardería, en el cole, instituto, universidad, en el barrio, en el pueblo o ciudad donde vivamos, porque "Hay que tener amigos hasta en el infierno" (que repetía mi padre jactanciosamente).

Recuerdo una anécdota de la guardería, yo solía preferir ir a mi bola (si, desde peque y si recuerdo vagamente), recuerdo que a veces iba a la parte de la guardería, a una especie de receptáculo donde se podía limpiar la ropa hace muuuuucho tiempo, pero había caído en desuso y tenía agua estancada, recuerdo el olor a agua que había visto tiempos mejores y recuerdo que sabía DONDE exactamente había dejado mi juguete, un lagarto de He-macho (será He-Man, pero yo lo llamo así), recuerdo ir con mi madre y una cuidadora, pero aquél día NO recordaba cuando o cómo lo había dejado ahí, pero fue llegar e encontrar mi juguete sin dilación alguna, porque yo allí me escapaba a jugar sole, cuando me pillaban, tenía que volver al patio delantero.

También recuerdo Azkorri, mi primer centro de estudios, una ikastola en la parte más profunda de Andramari, en Getxo, en la cual "estudiaba" en modelo B, recuerdo algún recreo en que me apartaba del jolgorio, el griterío y exploraba la ikastola para encontrar algún sitio donde no tuviera que escuchar el vocerío de mis compañeres, donde EVITAR tener que socializar, da igual que conociera a mis compañeres, da igual que "me llevara" con algunes, especialmente con las chicas, si podía estar sole y no tener que mediar palabras, lo prefería, además que parte del "rito de socialización masculina" era jugar al barrenol, juego con balón de cuero en que uno se colocaba en una pared y debía intentar agarrar la pelota, mientras el resto la chutaba intentando hacerle daño a balonazos (que, casualmente, solía ser yo el blanco de ese juego), juego que a mí no me gustaba por violento y por ser la víctima predilecta, huelga decir que hasta los 8 años yo era una persona MUY enfermiza y débil debido a una anemia y eso facilitaba ese tipo de conductas abusivas... Recuerdo que también existían ya los clásicos matones (que en primero de la EGB, Educación General Básica ya los hubiera no es algo halagüeño) de turno que solían ir a por la persona más débil y/o "introvertida", que normalmente volvía a ser yo por la anemia y que me costaba, no me gustaba socializar, además que para deportes era bastante nule, por no decir que "daba pena" porque solían jugar a barrenol, fútbol o deportes donde yo solía tener que jugar en equipo, lo que se juntaba mi tirria a los balones (por asociación) con tener que jugar con otras personas, habitualmente niñOs, porque con niñas se me vetaba, irónicamente solía preferir dicha compañía y deportes como la comba o escalar (esto era además solitario y precisaba TODA mi concentración), de hecho gracias a la escalada, pude colarme en zonas que nos estaban vetadas y explorarlas dada mi maña escalando, no así bajando después. Socializar era tener que aguantar a mis compañeres, tener que "elegir bando", jugar a cosas que NO me gustaban, era tener que renunciar a estar a mi bola, a renunciar a estar libre... significaba estrés.

Recuerdo también que en Zabala, el primer colegio público al que acudí, ya el 6º de primaria (la recién instaurada primaria, Sucesora de la EGB), aunque ya no era tan reacie a socializar, ya estaba más por la labor, era molesto, era incómodo, pero "era lo que tenía que hacer" y fuera de clase o del recinto escolar no tenía obligación alguna, así que con socializar exclusivamente durante los recreos (y no todos) sería suficiente, pero no, NUNCA es tan fácil... La adolescencia, llegó la adolescencia y con ella cambios hormonales, cambios conductuales, compañeres gilipollas y violencia a nuevos niveles... ¿Qué quiero decir con esto? ser "el bicho raro", la persona diferente que prefería estar a su bola, etc, facilitaba que vinieran a buscarme la gresca, una y otra y otra vez, lo cual desencadenó una serie de episodios violentos por mi parte al no saber gestionar mi ira, acababa por explotar, lo cual parecía "divertir" a mis acosadores, porque claro, hacer saltar a quien le cuesta, no quiere socializar, es la hostia en vinagreta. ¿Verdad? Gracias a esa gente tuve que usar medicación psiquiátrica no recomendada en menores, to mu bonico oiga... huelga decir que "gracias" a la primera explosión de ira y la pésima gestión de mi tutora del centro, arrastré un mote hasta que me fui del país vasco cuatro años más tarde... Pero ¡Ey! la socialización forzada mola ¡Eh! que acabes arrastrando traumas o acoso no importa, lo importante es integrarse... (idos a la mierda, sinceramente).

El año dos mil uno, Valencia, nuevo centro (y comunidad autónoma) mediante, ya pude EVITAR socializar más que lo justo y necesario, además tenía la "excusa" de la lectura para no salir con compañeres por una parte (y por la otra me iba con los patines o bici durante HORAS fuera de casa a machacarme a deporte, SIEMPRE que podía en solitario), como ya no pendía tanto el péndulo de la socialización sobre mí aquel año, pude relajarme más e hice algo impensable en clase; atender y hacer deberes (habiendo quitado la obligatoriedad de socializar, pude centrarme en otros aspectos), por lo cual mis notas mejoraron exponencialmente hasta llegar a ser 4º de la ESO mi mejor año académico con soberanas diferencias (luego dicen que la socialización FORZADA no trae malas consecuencias). huelga decir que como sudaba de integrarme e iba a mi bola, un compañero FACHA con nombre de detergente "gaseoso" se vio con razones de acosarme todo el año por ello, porque soy vasque y porque era un gilipollas de medio pelo, sin el medio, era un gilipollas integral que gritaba el "Heil Hitler" mientras alzaba el brazo e intentó meterme una gaviota MUERTA en la mochila por "hacer la gracia", pero ¡Ey! hay que integrarse socializando... (nuevamente os mando a visitar cierta zona geolocalizada en la mierda).

Y podría seguir dando ejemplos de porque me da ASCO que se nos obligue a socializar porque "es lo que hay que hacer", pero acabaría con irritación ortal y paso de soltar tanta secretación.

Traducción;
Socializar porque nos INTERESE y nos sintamos a gusto o menos cohibides; bien.
Socializar por imposición y neuronormativismo; A merda.








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