Aquí hablaré de gustos y demás, lo que NO haré es decir mi género (no es importante), ni haré mención a mi orientación sexual (tampoco lo es), ni datos personales más allá de meramente gustos y objetivos en la vida.
Soy una persona que le gusta escuchar diversa música, entre mis preferencias tienden a estar las BSO (que habitualmente tienden a ser compendio de estilos musicales), aunque con cierta predisposición a música clásica, ya que crecí con ella, algo de Folclore, algunos grupos de POP setentero y ochentero marcaron mi infancia, aunque creo que un CD que realmente me marcó fue "Cuadros de una Exposición" de Modest Músorgski, entre cuyo contenido se encontraba una pieza musical soberbia, pero que me daba miedo y respeto, pues la asociaba al fragmento de la peli de Fantasía de Disney de 1940; "Night at the Bald Mountain", que chocaba abiertamente con las "Polovsian dances" de Borodin, sitas en el mismo Disco Compacto, ya que la pieza carga con una gran fuerza. Recuerdo de peque sentarme durante horas a escuchar música en nuestro "cacharro de música" que le llamaba mi padre, un Aparato Sharp con compartimentos para MC (Casette), Cd´s y un Tocadiscos de Vinilo clásico, sentade ante tamaño monstruo con dos Altavoces más grandes que yo por aquél entonces, me quedaba encandilade ante los tonos y ritmo de dicho disco, aunque escuchaba otros (mi padre era gran coleccionista de música y tendría como 300 Cd´s de música, entre los que destacaba la clásica, con un gran repertorio de Herbert Von Karajan, un afamado director de orquesta con el que mi padre tenía afinidad musical... Crecí en un hogar que si bien no era el más indicado para una persona como yo, sí había afinidad por lo que se llama cultura, tanto musical como literaria...
También podré decir que tengo una afinidad literaria, no sólo por la lectura, aunque ésta se desarroló tardíamente, ya que odié la lectura AÑOS, por las imposiciones del centro educativo, hasta despertar mi curiosidad, primeramente unos libros que podrían considerarse literatura Pulp, a fecha de hoy convertidos en literatura de culto... nada más y nada menos que los libros de Pesadillas de R.L. Stine, que comenzó a alimentar el gusanillo de la literatura en mí, si bien su material no es obra literata de alta alcurnia, sí sirve para atraer a un público más reacio a la lectura... diría que después de eso me dediqué a escritores de la talla de Cervantes, pero lo lamento, el Quijote se me hizo tedio, tampoco pasé a leer a Unamuno, Ni Orson Welles, ni otras literaturas parejas, sino que descubrí primeramente la Fantasía Épica, una suerte de universo paralelo en que guerreros más o menos avispados o predeterminados a ser héroes presentaban batalla contra criaturas de leyenda, y princesas que no siempre necesitaban ser rescatadas, sino que eran activo imperante en las obras, donde hombres y mujeres portaban poderes y armas en pos de enfrentar al mal, bien fuera un dragón, un hechicero o el fantasma de un antiguo ser poderoso y actual rey de las tormentas que amenaza con desolar el mundo conocido... llegó pues mi pubertad literaria entre la fantasía, las heráldicas tradiciones mitológicas, las Eddas y quintales de libros de dicha temática, mas no siendo la única en mi haber literario, pues se unirían novelas de misterio y terror, llegando a leer a auténticos maestros del Exceso, de la mano de "Libros de sangre", así como de conspiraciones a lo largo de los siglos o literatura juvenil, tanto nacional como extranjera. No sólo despertó en mí la avidez de lectura, sino de escritura y un curso perdido escribí lo que fuere mi primer relato largo (que algún día pasaré a limpio y quien sabe, quizás cumplir mi anhelo de publicar la saga que iba a partir de dicha obra), más no el último, ni el mejor, pero si el que atesoro en un cuaderno ya ajado por los años...
Otra de mis grandes pasiones son los videojuegos, esos grandes causantes de polémicas ya desde sus inicios en que nos decían que atontaban el cerebro y sólo eran para "niños" (con o, de masculino), pero ni de niñas, ni de gente adulta, que eran una manera de perder el tiempo... que extrañamente llegaban traducidos, muy, pero que muy rara vez llegaban traducidos en tiempos de la NES, por lo cual normalmente, para entenderlos, debías tener un nivel decente de inglés, a pesar de no tener grandes ni excelsos textos, lo cual nos obligó a muches a aprender inglés para disfrutar de tan divertida opción lúdica, sin olvidar que para aquelles que sufrían de ostracismo en clase y no disponían de elenco amplio de amistades era un modo de no sentir soledad... lo cual me hace pensar que nuestra familia incentiva el acrecentar las amistades y castigaba que prefiriéramos la no interacción, a mí me daba igual, los videojuegos ni te insultan, ni te agreden, era una opción perfectamente válida... por aquella época apenas existían catalogaciones para dicho arte lúdico más allá de los juegos de plataformas, puzzles, y poco más, mas con los años surgieron nuevos estilos, como serían los RPG´s (Rol Playing Games), JRPG´s (Japan Rol Playing Games), Shoot´em Up, Beat´em Up, Hack & Slash, etc... hasta que se diversificaron creando subgéneros dentro de los géneros ya establecidos... Actualmente da igual qué genero seas, binarie o no, habrá un juego que te llame (o puede que no), pero el antaño bastión macho que eran los videojuegos se terminó...
También debo aceptar que si bien dibujar no es que se me de bien, es un hobby como otro cualquiera que puede ayudar a enfocar un objetivo, un aspecto de algo que quieras plasmar escribiendo, o simplemente que dibujes por el mero placer de garabatear círculos en un trozo de papel, ya digo que soy como un pato borracho intentando practicar capoeira, pero eso no quita que a veces dibuje algo bonito o que me guste dibujar, no siendo mi maña fuerte.
Desde luego no quedaría esto finiquitado sin hablar de los trabajos manuales como son la arcilla, los metales, la madera y demás trabajos en que no sólo has de usar tu mente para moldear tu objetivo, sino que necesitarás unas manos relativamente hábiles para poder fraguar dichos pensamientos en físico y que, sinceramente, quede como quede, reconozco que es algo que me relaja, me divierte y no se me da tan mal como dibujar en sí, si bien son trabajos relativamente físicos (cortar bloques de arcilla, moldearlos, cortar madera y pasarla por maquinaria o manual 100%), son trabajos que te satisfacen en alma y la intención de disfrutar con algo creativo.
La verdad es que hoy no era mi intención realmente escribir nada, pero, a veces la inspiración viene cuando no lo esperas, otras veces no aparece ni rogando a los astros y algunas veces parece que se ha quedado a dormir la mona de la melopea que tú te pillaste anoche...
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